Diarios 1918-1936

Al morir, Thomas Mann dejó tres paquetes lacrados, en los que de su puño y letra estaba escrito que contenían sus notas de diario de 1933 a 1951 y que no deberían ser abierto hasta dentro de veinte años. Un cuarto paquete, continuación de los anteriores fue sellado por su hija Erika, que puso a disposición de un juez el manuscrito de su padre. Durante dos décadas esperaron los eruditos con impaciencia la fecha del 12 de agosto de 1975. Al abrirlos, recibieron una sorpresa: el Diario abarcaba también el período de 1918 a 1921, que todo el mundo daba por perdido. La segunda gran sorpresa fue el carácter descarnadamente íntimo de aquellos apuntes. Desde un simple dolor de muelas, pasando por las relaciones sexuales con su esposa, hasta su vida amorosa con hombres, su lectura permitía seguir paso a paso la evolución de las ideas del autor y los grandes cambios que en ellas imprimieron los sucesos históricos. La presente edición ofrece aquellos "años sorpresa", así como los de 1933 a 1936, los años de La montaña mágica y los de la mayor operación operada en la personalidad de Thomas Mann.