reseña:
Carta imaginaria es una exploración que hace Quessep en las fuentes de su propia poetización. Va vuelve a sus motivos, tocándolos con una nueva luz, casi con una meditación nueva sobre la fantasía y la nostalgia. El poema es de corte clásico, el verso es de una serenidad impar, de una dicción profunda, que viene de la historia de unas palabras que han mirado, por ejemplo, a lo largo de su gestación la intimidad del tiempo y de la entonación.
Jaime García Maffla
